EE.UU. bombardea instalaciones nucleares en Irán para defender a Israel

MOSCÚ – En una operación militar de gran escala y alto riesgo, Estados Unidos atacó en la madrugada de este domingo varias instalaciones nucleares clave en Irán, en respaldo directo a Israel en medio de la creciente escalada en Oriente Medio.

El operativo incluyó el bombardeo de los complejos de Fordow, Natanz e Isfahán, mediante el uso de bombarderos furtivos B-2 Spirit y una lluvia de misiles de crucero Tomahawk lanzados desde submarinos estadounidenses desplegados en el Golfo Pérsico, según confirmaron fuentes militares norteamericanas.

Uno de los momentos más impactantes del ataque fue la utilización de bombas antibúnker GBU-57, de 14 toneladas, especialmente diseñadas para destruir estructuras subterráneas altamente fortificadas. Estas fueron lanzadas desde los B-2 contra el complejo de Fordow, uno de los sitios más protegidos del programa nuclear iraní, ubicado bajo una formación rocosa en la provincia de Qom.

En total, se estima que se dispararon al menos 30 misiles de crucero, en una ofensiva quirúrgica destinada a desmantelar capacidades nucleares sin provocar una catástrofe humanitaria o ecológica inmediata.

Irán minimiza daños, pero admite impacto

El gobierno iraní reconoció que las instalaciones atacadas fueron blanco de la operación, pero aseguró que los daños fueron mínimos gracias a evacuaciones previas y protocolos de seguridad. Las reservas de uranio enriquecido habrían sido trasladadas antes del bombardeo a lugares seguros, según informaron fuentes de la agencia estatal Fars.

Natanz, el principal centro de enriquecimiento de uranio de Irán, y la base de Isfahán, también fueron impactadas, aunque sin afectar —según Teherán— las centrifugadoras y el núcleo de sus operaciones nucleares.

A la espera de una evaluación independiente, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) anunció que enviará inspectores a las zonas atacadas para verificar el estado de las instalaciones y evaluar los riesgos potenciales.

Trump celebra la ofensiva: «Ataque exitoso»

Desde Washington, el presidente Donald Trump calificó el ataque como un éxito rotundo y confirmó que todos los aviones participantes regresaron ilesos a sus bases.

“Completamos con éxito ataques precisos contra las instalaciones nucleares de Fordow, Natanz e Isfahán. Todos nuestros aviones están ya fuera del espacio aéreo iraní y de vuelta a casa”, escribió en su cuenta de Truth Social.

De acuerdo con Reuters, los bombarderos B-2 involucrados en la operación habrían sido desplegados desde Guam, territorio estadounidense en el Pacífico, desde donde despegaron para cumplir con esta misión de largo alcance.

Alerta máxima en Oriente Medio

El ataque ha encendido todas las alarmas en la región. Expertos advierten que la operación podría desencadenar una reacción militar directa de Irán y provocar una guerra regional de gran escala, con consecuencias imprevisibles para la seguridad global.

Mientras tanto, la comunidad internacional observa con preocupación y el Consejo de Seguridad de la ONU ha sido convocado de urgencia.