Así actúan los agentes de ICE en su cacería dentro de hospitales

Por Augusto Álvarez

La cadena Univisión difundió recientemente un video impactante: agentes de ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU.) irrumpen en un hospital, arrestan a extranjeros, los esposan y se los llevan detenidos como si fueran criminales peligrosos.

Al ver las imágenes, tuvimos que verificar dos veces el origen del video, para estar seguros de que se trataba de la “¡democracia!” de los Estados Unidos, y no de una república bananera donde impera la ley del garrote.

Este no es un caso aislado.

Hace poco, la prensa norteamericana también reportó la insólita detención de un senador estatal en Los Ángeles, y la furia del expresidente Donald Trump al enterarse de que un demócrata de origen extranjero había ganado la primaria de su partido en la carrera por la alcaldía de Nueva York.

Sí, queda claro de dónde viene la cultura del garrote y la persecución a inmigrantes: directamente del corazón de una nación que se autodenomina baluarte de la libertad y los derechos humanos.

Y si observamos con atención las atrocidades cometidas por el régimen sionista en Gaza, no sorprende tanto. Porque muchas de esas prácticas de represión, exclusión y brutalidad se inspiran o cuentan con el silencio cómplice de Washington, que sigue usando la palabra “democracia” como un disfraz.

Pero más allá de los discursos y las excusas, lo evidente es que la administración de Trump, en su afán de “limpiar” a Estados Unidos de inmigrantes, no conoce límites.

Ni hospitales, ni templos, ni escuelas parecen ser santuarios para quienes, con o sin papeles, buscan sobrevivir en suelo estadounidense.

La pregunta ahora es más directa:

¿Logrará el gobierno de Donald Trump erradicar de las sombras a todos los indocumentados? ¿O terminará hundiendo a su “democracia” en el mismo autoritarismo que tanto critica en otros países?