AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
Es el último domingo de este mes, en el que celebramos el día de los padres en República Dominicana, es mucho lo que hay que hablar de los padres, pues, así como existe una paternidad responsable, de excelentes padres, existen otros muchos padres que dejan mucho que desear.
Tal vez Víctor Martinez no ha sido el mejor esposo, amigo, profesional, diácono, pero de lo que sí estoy seguro es de que he sido, modestia aparte, el mejor papá y no por las riquezas materiales que he dado a mis hijas para comprar el cariño, resolver conflictos y mantenerlas contentas conmigo, pues no las ha habido, sino porque desde temprana edad luché por inculcar en sus mentes y corazones que, el verdadero Padre es Dios, a quien deben honrar y amar por sobre todas las cosas, respetar, obedecer y agradecer incluso por sus padres de la tierra.
Tenemos una gran y leal amiga doña Olga Reyes, quien después de mucho tiempo sin verle, me sorprendió con estas alentadoras palabras:
“Hola, mi bendecido padre de Dashira y de Laura, para mi es una alegría inmensa saber que usted está con Dashira, quien adora a su papá con todo su corazón y lo ha compartido con sus hijos, porque Dios lo ha querido así. Usted es el papá modelo por excelencia, usted ha sido el papá que todos los niños quieren tener, anhelan tener, siempre he querido decirle eso para que usted sienta esa paz que da saber que lo ha hecho siempre bien y sigue haciéndolo bien.
Merece un premio y todos lo sabemos, no había conocido un papá así, existen papás responsables, pero muy lejos de dar amor y afectos a sus hijos. Usted siempre ha sido papá amoroso y dedicado que, disfruta ser buen papá 25 horas de 24 que tiene el día. Dios lo ha premiado con sus hijas espléndidamente hermosas y educadas para bien, siéntase bien, muy bien con todo lo logrado. Hace rato que usted tiene el cielo ganado, gracias a Dios, ya seguiremos comunicándonos y le deseo que Dios le bendiga grandemente con bellas bendiciones perfumadas y excelsas, allá es de noche, felices sueños y alegre despertar, mañana será otro día, como dicen las Sagradas Escrituras”.
He conocido a muchos padres muy buenos, responsables, amorosos, exigentes con la disciplina de sus hijos, hombres de Dios que actúan con sabiduría divina por consultar a Dios para conducir a sus hijos, a ellos debo reconocer por su ejemplar tarea y aunque con sus defectos, pues no existimos padres perfectos, la virtud y responsabilidad han prevalecido ante los hijos.
Pero también he conocido otros padres muy irresponsables, que maltratan a la madre de sus hijos, sin importarles las consecuencias generadas en ellos, padres que, incluso, tratan a sus hijos con el látigo de la indiferencia, otros golpeando y maltratándolos física y psicológicamente.
Quienes mas me llaman la atención son aquellos padres que, siendo partícipes de un embarazo, al engañar a una mujer, jurándole amor un día, la abandonaron a su suerte con todo e hijo, porque les faltó valentía para ser papá y la cobardía los llevó a ganarse no el reino de los cielos, sino las profundidades del infierno por no obedecer aquellas palabras del Señor: “Dejen que los niños vengan a mí”, mostrando cuan especial es un niño, estos tienden a acallar su conciencia enviando unos chelitos a la madre.
En la vida hay de todo, definitivamente, pero a veces pregunto a Dios, ¿qué pasó al crear la raza humana masculina?, no entiendo porqué tanto machismo, tanto maltrato al Ser más especial, sublime y delicado creado por Dios, la mujer. Pienso que nos equivocamos y no hemos entendido que la fuerza que Dios puso en nuestras manos, la de los hombres, fue para defender a la mujer, a los hijos, a la humanidad y ayudarlo en la salvación del mundo.
Gracias a nuestra hermana la excelente Dra. Irka Wendy Peña, quien sí sabe lo que pasan las mujeres embarazadas abandonadas, esto, por su profesión, gracias por hacer posible que esta reflexión llegue hasta todos nosotros.
Hasta la próxima.
