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¡Se prende la Academia de Cadetes! Y el IPE está en peligro

¡Cógelo, Picante! Escándalos, drogas y una lucha feroz por el poder sacuden las entrañas de la Policía Nacional.

Buenos días..

El escándalo en la Academia de Cadetes de la Policía Nacional pica, se extiende… ¡y amenaza con explotar como una bomba institucional!

No, no se trata de un simple lío de ropa. Hay oficiales de alto rango en el ojo del huracán, incluyendo una dama, y —según fuentes muy bien informadas— hasta un general con aspiraciones a la jefatura de la Policía podría estar embarrado hasta el cuello en este rebulú.

Y lo más grave: el lío amenaza con arrasar hasta el Instituto Policial de Educación (IPE), pieza clave en la tan cacareada reforma policial que, a estas alturas, está en crisis… sin siquiera haber arrancado.

¡Ay, presidente Luis Abinader! La situación interna en la Policía Nacional es cada vez más penosa. Mientras usted insiste en hablar de cambios, desde adentro siguen saboteando su discurso y hundiendo su ya debilitada imagen.

Si esto llega a los tribunales —y todo apunta a que así será—, lo que va a salir a la luz pública va a ser más fuerte que sapos y cacatas. ¡Y no lo decimos por decir!

La cosa se pone peor cuando se conecta con las denuncias que llegan de distintos puntos del país sobre el auge del microtráfico y la supuesta protección que reciben estos puntos de venta por parte de algunos miembros de la propia Policía.

En Prosperidad (Bonao), en el sector “Los Multis”, la droga se vende como pan caliente, sin control.

En Pedro Brand, específicamente en Los Farallones, dos bandas de microtraficantes tienen atemorizados a los residentes, operando frente a las narices de todo el mundo.

En Barrio Nuevo, cerca del Club de Aduanas y la marginal de Las Américas, hay más de 20 puntos de drogas, según denuncias, muchos respaldados por policías que deberían combatirlos. Por cierto, algunos de esos puntos son vecinos del barrio de la Policía. ¡Qué vergüenza!

¿Y en La Caleta? La cosa no está mejor. En ese distrito de Boca Chica, la gente vive en zozobra. Los mozalbetes, bajo el mando de «tipos raros», controlan puntos de drogas y la población tiene miedo de denunciar… ¡a la misma Policía!

Guerra interna por la jefatura. Una fuente de alto nivel en derechos humanos advirtió que hay una guerra soterrada dentro de la institución por la jefatura policial. Según dijo, algunos oficiales han estado llamando a activistas para que “quemen” públicamente a ciertos generales que también quieren el cargo. ¡Así de sucio está el juego!

Y aquí viene lo más grave: de los actuales generales, prácticamente todos los que tienen mando están aspirando. Lo preocupante es que muchos tienen un historial negro que no se puede ocultar con rangos ni uniformes limpios.

Se menciona, incluso, a un general en Santiago que, según datos confirmados, fue apresado cuando era capitán por un lío de vehículos. Estuvo a punto de ser cancelado… y no fue por “cristiano”. Hasta la Fiscalía lo tocó.

¿Y el que dirige Asuntos Internos? Dicen que es el que más chance tiene de ser el próximo jefe de la Policía. Pero, ¡sorpresa!, tiene un expediente por violencia de género. ¿Y ese es el que va a poner orden?

¡Otro que suena para jefe de la Policía! Nada más y nada menos que el actual director de Recursos Humanos de la institución. Pero ojo, no es precisamente por su hoja de servicio ejemplar… Este general ha sido objeto de dos investigaciones, y no precisamente por exceso de devoción religiosa. Los expedientes son por hechos dolosos, penales. Y si por “accidente” se extraviaron en los archivos oficiales, ¡Cógelo, Picante! tiene copias disponibles. Solo hay que pedirlas.

Y mientras tanto… El actual director de la Policía, Ramón Antonio Guzmán Peralta, sigue empeñado en defender lo indefendible. Fuentes internas aseguran que él mismo fue acusado en el pasado por agredir a su pareja, motivo por el cual fue suspendido de funciones. En Alma Rosa nos mostraron parte del expediente. ¿No lo sabía el presidente Abinader? Pues ya lo sabe. Y si necesita una copia, ¡Cógelo, Picante! se la facilita sin problema.

Para colmo, en el caso de Rosa López, la mujer asesinada por su expareja en San Juan, su familia afirma que fue a la Policía en varias ocasiones a denunciar, pero “no había sistema”. Hoy está muerta. Y no es un caso aislado.

Señor Presidente, abra los ojos… Los ciudadanos ya no creen en cuentos. Si Abinader quiere mostrar transparencia en campaña, debe hacer una limpieza profunda. Porque, como dicen en los barrios: “No hay indios, y los caciques están descontrolados”.

Ah, y a propósito: si los alcaldes quieren poner orden en el tránsito, que empiecen por limpiar las aceras.  Especialmente la alcaldesa del Distrito Nacional, que sueña con la presidencia. Soñar no cuesta nada, pero gobernar es otra cosa.

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