Caso Monción destapa la olla podrida de la inseguridad

Buenos días…

Los periodistas no somos ovejas para que un pastor pretenda pastorearnos. Por cierto… Luis Pérez Nova, empleado de la UASD y aspirante a presidir el CDP por una de las corrientes del Movimiento Marcelino Vega —sí, del mismo grupo que ha hundido al gremio en descrédito total—, debe dar la cara.

Nos llegó una carta muy fea, y la denuncia viene de una mujer. Si lo que ahí se dice es verdad, en vez de buscar dirigir el CDP, debiera estar enfrentando a la justicia… y no pensando sentarse en una silla presidencial.

Lo de Monción no es un caso aislado… es la radiografía cruda de la inseguridad que corroe a este país. Las autoridades, claro, la niegan cada lunes en su show mediático, pintando una “maravilla” que solo existe en la cabeza de los que viven del poder.

Mientras tanto, al pueblo se lo lleva el mismísimo Lucifer.

En Monción, provincia Santiago Rodríguez, un grupo entró como perro por su casa a una finca, mató a un hombre y secuestró a otro. Sí, estamos transitando la misma ruta que Colombia… y cada día aceleramos más.

Los pobres -que son la mayoría- ya no aguantan los precios de los huevos y la carne de pollo.

Y para completar el cuadro, hay un lío gordo en la Cooperativa de la Policía Nacional. Esa directiva se eligió a la fuerza, amenazando y violando todos los procedimientos legales. Un tribunal suspendió la asamblea que iba a escoger nuevas autoridades, pero aun así la hicieron. O sea: se pasaron la orden judicial por el arco del triunfo.

Resultado: esa directiva es ilegal, incompetente y todos sus actos son nulos. La ordenanza civil núm. 504-2025-SORD-1159 suspendió la asamblea del 21/06/2025. Y aquí viene lo más descarado: ¡los mismos que pidieron la suspensión, y que el tribunal aceptó su petición, fueron quienes la convocaron y la celebraron!

Ahora veremos si estamos en un país democrático o en una dictadura disfrazada. Tenemos la orden judicial en mano, por si alguien quiere hacerse el loco.

Y hablando de justicia… el coronel Valerio Liriano Frías ganó el primer round. Este fue el oficial que dirigió las auditorías que detectaron irregularidades, por cierto millonarias, en la DIGESETT, bajo la gestión de Guzmán Peralta. Además, en POLITUR, el Hospital de la PN y el IPE

Recibió como premio por su honestidad, por su trabajo: ser puesto en retiro, con el “visto bueno” del presidente Luis Abinader, violando la Ley Orgánica de la PN y la ministra de Interior y Policía, Faride Raful.

Ahora un tribunal ordena su reintegro, pero como aquí la democracia es selectiva, de seguro que tendrá que esperar otra jefatura de Policía o a un nuevo presidente que respete las sentencias y no premie la corrupción. Porque con Liriano Frías, se castigó la transparencia y se aplaudió el robo.

Y ojo, presidente Abinader: en el Palacio se habla de cambios en la Policía. No vuelva a cometer errores. Elija a alguien sin rabo, sin manchas y sin tufo a corrupción. Los nombres que se han filtrado -y que aquí hemos denunciado- tienen expedientes negros como la brea. Tenemos pruebas y no nos tiembla la mano.

Quien siembra vientos, cosecha tempestades. El país no aguanta más escándalos, y la inseguridad no se resuelve con discursos, sino con decisiones firmes.