¿El Plan Social haciendo pareja con Senasa?
Se avecina otra tormenta de corrupción

Por Augusto Álvarez
Además de ser talentosos, Cecilia García y Wilfrido Vargas tienen otro don: olfato para los corruptos.
El funcionario que inspiró el personaje de Wilfrido nos recordó aquella actitud tan común entre servidores públicos: “yo no me doy cuenta”.
Pues bien, nos llegó información caliente: en el Plan Social de la Presidencia se avecina una tormenta de corrupción que podría superar, en intensidad y escándalo, la del SENASA.
Tenemos en nuestro poder fotos de una lujosa mansión, levantada en menos de seis meses por una secretaria de la ahora destituida Yadira Henríquez, cuya construcción supera los 23 millones de pesos.
¡Y eso no es cuento!
Las uñas largas ya llegaron al Plan Social, favoreciendo a la asistente personal de la exfuncionaria, una mujer bien conectada, protegida y —dicen— viuda de un viejo “robles” del perredeísmo histórico.
Con respaldo político, conexiones y encubrimiento, esta dama pasó de vivir modestamente a residir en lo que muchos describen como una favela de lujo.
El nuevo hogar de “El Don y La Beba”, ubicado en Yamasá, parece sacado de una postal real: un palacete digno de un rey… del “post”.
Construido en apenas cinco meses y algunos días, el derroche fue tal que, según nuestras fuentes, alguien sopló al Presidente Abinader.
Resultado: se cortó el drenaje y llegaron las cancelaciones.
Pero la gran pregunta sigue en el aire: ¿El PEPCA detuvo su investigación sobre de dónde salieron los fondos para esa inversión millonaria, hecha por una simple secretaria y su novio secreto?
En los pasillos del Plan Social se comenta que la asistente de Yadira Henríquez tenía tanto poder como la propia titular.
Si eso es cierto, el Plan Social no necesita reforma, sino una auditoría con bisturí.



