¡Asombroso! Ante agresión a empleados… ¿ASODEMU qué?

Por Augusto Álvarez
Existe una obra de Oriana Fallaci, Nada y así sea, que todo buen periodista debería consultar.
Sin embargo, hoy prefiero acudir a la sabiduría popular que dice: “Todos mentimos, menos el vendedor de limones agrios; él te los ofrece y tú decides si los compras”.
Nos inquieta que en la universidad del Estado ocurran situaciones que no llegan a la Rectoría, pero que ASODEMU parece también ignorar.
En pleno proceso electoral en la UASD, jamás -¡nunca!- debería extraviarse una comunicación dirigida al Rector. Y si la misiva proviene de un empleado, ASODEMU tiene la obligación de garantizar su privacidad y que llegue intacta a su destino.
¿Aspirar a un cargo en la UASD pasando por alto la ilegalidad? Años atrás, estas prácticas eran impensables: un rector concluía su período y adiós academia. Hoy, sin embargo, nuevas aspiraciones a la Rectoría lucen pálidas, precisamente por la desatención a la cultura institucional y popular.
No observar esa cultura -y lo digo también a propósito de las elecciones en el CDP- puede pesar mucho en las aspiraciones de más de uno.
Los periodistas conocen bien la fábula que el pueblo cuenta: un ratón descansaba en la vía férrea; al ver que el tren se acercaba, retiró su cola del riel y puso la cabeza en su lugar. ¿Qué pasó? Sencillo: por no perder la cola, el tren le aplastó la cabeza.