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¿Existen los Santos

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Mensaje 4201

 

 AYUDAME A SALVAR UNA VIDA 

 

 

Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?

¿Existen los Santos? ¿Quién determina la santidad de alguien? ¿Con que potestad es elegida santa una persona? Si como humanos que somos, todos somos pecadores, ¿qué es lo que determina la santidad de alguien?

Poner en dudas la existencia de los santos me imagino que seria una herejía para los católicos, por lo que deseo aclarar que no es mi intención, no vaya a ser que me excomulguen, por mi osadía.

Víctor Miguel es buen amigo de los santos y si no pregúntenselo a San Miguel, quien además de ser mi ángel protector y guía espiritual, que vela por mí y me ayuda en mi camino de fe, por su elevada posición en la jerarquía celestial, es un arcángel enviado por Dios para llevar a cabo misiones de máxima importancia, entre ellas las de conectar con determinado santo, cuando necesitamos una especial intercesión ante Dios. Pero bueno, es esta mi creencia muy personal.

La palabra “Kadosh” (santo) significa algo que es “otro” (separado), exactamente lo opuesto de algo que es común. La palabra refleja el sentido de santidad y consagración.

Pero, tal como se usa en la Biblia, el término santo tiene un significado diferente. Entonces, ¿qué significa santo? En su sentido más básico, un santo es un ser «santo», alguien apartado para los propósitos especiales de Dios. Por lo tanto, todo seguidor de Jesucristo es un santo.

Según este uso, un santo no es, por consiguiente, un creyente, sino alguien que ha sido transformado por la virtud. En el catolicismo, un santo es una señal especial de la actividad de Dios.

La Biblia anima a los cristianos a acercarse a los santos en el cielo, del mismo modo que se acercan a Dios Padre y a Jesucristo el Señor: «Pero ustedes se han acercado al monte Sión, la ciudad del Dios viviente, la Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles, y a la congregación de los primogénitos inscritos en los cielos…»

Apocalipsis 18:20 nos dice: “¡Alégrense ustedes los santos, que viven en el cielo, pues Dios ha destruido a la gran ciudad!”

Los santos son personas que están en el cielo (oficialmente canonizados o no), que vivieron vidas de virtud heroica o fueron martirizados por la fe, y que son dignos de imitación.

Efesios 1:4 dice algo que podemos encontrar muy inesperado. Dice que Dios nos escogió incluso antes de que naciéramos para un propósito particular: “Según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de Él en amor”.

Sin embargo, los creyentes en los santos o fanáticos de los mismos deben tener en cuenta que, Deuteronomio 5:8-10 nos dice: “No te harás ídolos, no adorarás imágenes; sean de hombre o mujer, de aves, de animales o de peces. No te inclinarás delante de imagen alguna para adorarla de ninguna forma, porque yo, el SEÑOR tu Dios; soy un Dios celoso.” Por tanto, dejemos de estar adorando imágenes, de rodillas ante ellas, pues les estamos buscando problemas a ese santo allá en el cielo, que no quiere que tu le estes dando el puesto de Dios, ni quiere tener más liderazgo que Su Padre.

Por eso, la idea de que Dios es santo en su sentido original significa que Dios es un ser distinto al hombre. Es ontológicamente santo. Es un ser totalmente distinto al ser humano. Simplemente no tiene comparación.

Santo es sinónimo de bienaventurado, dichoso, feliz. La santidad es el don de Dios que colma todas las aspiraciones humanas; es la plenitud de la vida cristiana que consiste en unirse a Cristo, aprendiendo a vivir como hijos de Dios con la gracia del Espíritu Santo y viviendo la perfección de la caridad.

El perfil de un santo implica tener un rasgo distintivo de todos los demás, con un profundo amor a Dios y a la Iglesia, así como  bondad, mucha humildad y entrega para con el prójimo, son ejemplos concretos de personas que pudieron vivir haciendo la voluntad de Dios. Ellos nos preceden en el camino de la fe y están ya en el cielo junto a Él.

Para llegar a ser santo hay que tener una fe perfecta, firme, poderosa, vivir libre de pecado, de toda culpa, ser cada día mejor persona, bueno, justo, puro, inocente, virtuoso, inmaculado, ayudando al prójimo y despojándose de todo lo que nos pueda atar a este mundo y alejar de Dios.

Ha sido nuestra hermana Rosalba Ramos, miembro de nuestra Comunidad de Amor quien ha hecho posible que este mensaje llegue hoy hasta todos ustedes.

Hasta la próxima.

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