ADOCCO sacude a Ángel Hernández… más escándalos en la Policía Nacional
Aquí, una hoja de ruta realista para una verdadera Reforma Integral de la Policía, mientras los privilegios y abusos siguen al descubierto.

Buenos días…
Y por si alguien lo olvidó. En la pasada campaña electoral, Hernández fue nada menos que coordinador del PRM-Abinader en San Cristóbal. ¿Se armó el lío? Pues claro que sí.
Ese pleito está más picante que la diablura que arde en SeNaSa. Mucha labia bonita para las cámaras, pero lo que pasa ahí adentro mete miedo. ¡La política, compay, la política!
Y para que no digan que no avisamos. En Haití hay buscones organizando el envío de ilegales hacia República Dominicana, donde redes bien montadas, en territorio dominicano, los reciben como si fueran estrellas de cine.
Mientras tanto, aquí la cosa está fea. No hay seguridad. El último caso: en La Esperanza, Santo Domingo Este, dos encapuchados llegaron, acribillaron gente, desbarataron un “can” y salieron caminando como Pedro por su casa. ¿Los cuadrantes? Bien, gracias, brillaron por su ausencia.
Presidente, su “reforma policial” es un chiste de mal gusto. Una chercha. Un espejismo político. Arrancó torcida con un comisionado extranjero y un ministro de Interior que enlodó más el proceso. Y cuando pareció despegar un poquito, ¡zas!, cambiaron el mando, y los nuevos jefes se encargaron de sepultar lo poco que quedaba en el lodazal de los escándalos. Hoy nadie ni siquiera habla de eso.
Hace poco, desde ¡Cógelo, Picante!, publicamos 10 puntos claves para una reforma seria de la Policía. Y, adivine, ni los altos mandos actuales tienen capacidad, ni calidad, y mucho menos la moral para ponerlos en marcha.
Un general activo lo admitió sin rodeos. No hay condiciones para esa reforma. Lo que sí sobra es mediocridad y corrupción interna. ¡Y ojo, presidente! A usted se lo hemos repetido mil veces, y sigue sin reaccionar.
Presidente, usted quiere una verdadera refoirma policial, pues aquí le entregamos una propuesta seria, aterrizada al suelo dominicano, no un calco barato de la Policía de Colombia. Si se aplica, los resultados en 5 años serían palpables. Pero repetimos: no con los mismos jefes podridos de ahora ni con generales de historiales negros.
Esta es nuestra gerencia de una hoja de ruta (2025–2030) para una Reforma Integral de la Policía Nacional. Iníciela, y el que llegue en el 2028, que la continúe.
Fase 1 (0–12 meses)
Limpieza total y bases firmes
- Depuración masiva: auditoría patrimonial, pruebas de confianza (antidoping, polígrafo, psicológicas). El que salga sucio, fuera de inmediato.
- Diagnóstico institucional: radiografía completa de estructura, presupuesto, recursos humanos y equipamiento. Informe público.
- Aumento salarial inmediato: 40–50% más en sueldos para cortar el sobresueldo de la corrupción. Seguro de salud y pensión básica garantizados.
Fase 2 (1–2 años): Profesionalización y control ciudadano
- Reforma académica: rediseño de la Escuela de Cadetes y formación básica, con universidades. Derechos humanos, mediación, género y uso proporcional de la fuerza.
- Consejo Civil de Supervisión Policial: sociedad civil, academia, empresarios y juntas de vecinos con poder real de auditar y sancionar.
- Tecnología básica: cámaras corporales, registro digital de arrestos y traslados.
Fase 3 (2–4 años): Cambio de modelo operativo
- Policía comunitaria o de proximidad: patrullaje preventivo, oficinas de enlace en cada municipio.
- Unidades de investigación criminal autónomas: crimen organizado, narcotráfico, ciberdelito y violencia de género. Patrullas fuera de la investigación.
- Evaluación externa: auditorías anuales con indicadores públicos.
Fase 4 (4–5 años): Consolidación y blindaje político
- Blindaje institucional: autonomía operativa por ley, presupuesto fijo, rendición de cuentas obligatoria.
Resultados esperados en 5 años:
- Corrupción interna reducida al mínimo.
- Confianza ciudadana recuperada.
- Caída real de homicidios y crímenes de alto impacto.
- Una Policía profesionalizada y vigilada por la sociedad, no por políticos.
¡Presidente! Lo que ocurre en la Policía Nacional es una vergüenza nacional de proporciones monumentales.
¡Actúe, actúe ya! Cumpla esas promesas de campaña que aún suenan huecas. El pueblo no quiere más palabras bonitas ni discursos vacíos… exige acción inmediata, firme y con responsabilidad.



