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Matanza israelí sin tregua; ahora mata por hambre, enfermedad y abandono médico

La meningitis cobra vidas infantiles y la suspensión de diálisis pone en riesgo a cientos de pacientes en Gaza

 

 

MEDIO ORIENTE

La situación humanitaria en Gaza es cada vez más espeluznante.

Mientras el mundo observa en silencio cómplice, Israel continúa con su ofensiva total, bombardeos, bloqueo de ayuda y ahora la utilización del hambre, las enfermedades y el colapso sanitario como armas de exterminio.

El número de muertos palestinos supera los 60 mil, en su mayoría niños, mujeres y civiles inocentes, como parte de lo que organizaciones internacionales califican de genocidio en curso.

Israel bombardea con impunidad distintas zonas de la Franja de Gaza, al tiempo que impide la distribución de ayuda humanitaria, empujando a la población hacia una muerte por inanición.

Esperar comida se ha vuelto mortal

Diez palestinos fueron asesinados el lunes mientras esperaban asistencia humanitaria en el eje de Netzarim. Así lo confirmó una fuente médica del Hospital Al-Shifa. El ataque fue perpetrado por las fuerzas de ocupación israelíes.

Desde el 27 de mayo, Tel Aviv y Washington implementan un plan de distribución limitada de ayuda, al margen de la supervisión de la ONU y otras agencias internacionales. Sin embargo, hacer fila para recibir alimentos se ha convertido en un acto de alto riesgo: los soldados israelíes disparan directamente contra los hambrientos.

Esa misma noche, seis personas —entre ellas un niño y una mujer— murieron en un bombardeo aéreo que destruyó una vivienda de dos plantas en Al-Zawayda, centro de la Franja. Varias personas siguen desaparecidas bajo los escombros.

El Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas (UNRWA) advirtió que civiles siguen siendo asesinados mientras intentan acceder a alimentos, en medio de condiciones humanitarias que califican de catastróficas.

Lunes sangriento: decenas de muerto

La ofensiva israelí se recrudeció el lunes con bombardeos intensivos sobre la ciudad de Gaza y otras zonas al norte. Aviones de combate y drones atacaron viviendas, tiendas de campaña, cafés y transeúntes, provocando decenas de muertos y heridos.

Una masacre ocurrió en una casa de descanso repleta de civiles en Gaza capital. El ataque fue sorpresivo y devastador. En Khan Yunis y Jabalia, al sur y norte respectivamente, los bombardeos también se intensificaron, reduciendo barrios enteros a escombros.

En Rafah, 13 personas murieron y decenas resultaron heridas por disparos de tanques y maquinaria pesada cerca de centros de distribución de ayuda en la calle Al-Tina. Otro civil murió en Al-Shakoush, también en Rafah, mientras intentaba acceder a alimentos.

Brote de meningitis en niños en hospitales colapsados

El Complejo Médico Nasser, en Khan Yunis, reportó un alarmante brote de meningitis infantil: 35 casos confirmados, con una media diaria de entre 8 y 10 nuevos pacientes.

El hacinamiento en los campos de desplazados y la desnutrición generalizada han acelerado la propagación de la enfermedad. El hospital carece de medicamentos, camas e insumos básicos. Muchos niños reciben atención acostados en el suelo.

Un médico del hospital explicó:

«Creímos que se trataba de un virus, pero los análisis revelaron que es meningitis bacteriana. Lamentablemente, no contamos con pruebas de laboratorio ni tratamiento especializado».

Suspenden diálisis por falta de combustible

El Complejo Médico Al-Shifa anunció este martes la suspensión de los servicios de diálisis renal, poniendo en riesgo la vida de 350 pacientes que dependen del tratamiento para sobrevivir.

La escasez de combustible también amenaza a los pacientes en cuidados intensivos, ya que los generadores eléctricos dejarán de funcionar al mediodía. El colapso total es inminente.

Fuentes del hospital confirmaron que organismos internacionales han comunicado que la ocupación israelí impide el ingreso de combustible a Gaza, sin ofrecer alternativas para evitar el colapso del sistema sanitario.

Gaza huérfana

Gaza está siendo desangrada por el fuego, el hambre, las epidemias y la indiferencia del mundo.

La población civil enfrenta una triple condena: morir bombardeada, morir de hambre o morir por la falta de atención médica.

La comunidad internacional guarda silencio, mientras Israel ejecuta una estrategia de exterminio sin precedentes en el siglo XXI.

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