Video: El play de béisbol de Miches está abandonado y se cae a pedazos
Funcionarios lo usan como helipuerto y haitianos como una plaza de buhoneros

Por Nelson Jiménez Sosa
MICHES, R.D.
Aunque parezca mentira, es una realidad que duele: el play de béisbol de Miches está hecho una ruina, cayéndose a pedazos, olvidado por las autoridades y convertido en una vergüenza pública.
El otrora orgullo deportivo del municipio luce hoy cubierto de grama alta, con las verjas comidas por los bejucos y las gradas convertidas en bodegas improvisadas de baratijas y ropa usada, manejadas por inmigrantes haitianos que han hecho del lugar un auténtico mercado de ropas viejas.
Pero eso no es todo.
Mientras los jóvenes sueñan con jugar béisbol y no tienen dónde lanzar una pelota, los funcionarios del Gobierno han convertido el viejo terreno en helipuerto personal, donde aterrizan sus helicópteros cada vez que vienen a Miches —incluyendo el propio presidente Luis Abinader—, quien, paradójicamente, no ha mostrado interés en rescatar estas instalaciones destartaladas.

El abandono del deporte rey
Deportistas locales no aguantan más y reclaman la intervención directa del presidente Abinader.
Aseguran que el deterioro del estadio contrasta con el discurso oficial que vende a Miches como un futuro polo turístico de primer nivel.
¿Cómo hablar de desarrollo turístico, se preguntan, si ni siquiera se puede mantener en pie un simple campo de béisbol?
El béisbol, deporte rey de la República Dominicana y símbolo del orgullo nacional, es un lujo perdido en Miches.
Los jóvenes peloteros no tienen donde practicar el deporte rey, porque el único espacio que tenían fue dejado morir por el Ministerio de Deportes, que parece mirar hacia otro lado.
https://www.youtube.com/shorts/etTx5c4MCOs
Miches: sin dolientes y sin vergüenza oficial
Miches está huérfano de autoridades.
Y eso que el senador de la provincia El Seibo y una diputada, ambos del partido oficialista PRM, y también el Consultor Jurídico del Poder Ejecutivo, nacieron en este mismo municipio.
Aun así, ni siquiera han movido un dedo para rescatar el campo deportivo ni impulsar una sola obra que devuelva la dignidad al pueblo.
El abandono del play no solo golpea al deporte, sino también al orgullo local.
Un municipio que posee una de las playas más bellas y extensas del país, y montañas de enorme potencial ecoturístico, no puede tener como carta de presentación un estadio destruido y lleno de basura.
El play de béisbol de Miches no es solo un campo olvidado, es el espejo del descuido oficial, la desidia y el oportunismo político.
Mientras los funcionarios aterrizan en helicópteros sobre el polvo de lo que fue un diamante de juego, los jóvenes de Miches siguen esperando que el Gobierno aterrice de verdad… pero en la realidad del pueblo.



