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Una “medalla al mérito” al presidente por parte de la PN huele a oportunismo…

Guzmán Peralta pretende quedarse montado en el palo y la Procuradora calla ante los escándalos de corrupción y los expedientes depositados ante el Ministerio Público

Buenos días…

¡Cógelo, Picante!La prima del dólar está hoy a 64.50 por uno y sin freno, sin control y sin oposición.

¡Dios mío! Cuánta demagogia… cuánta ridiculez. Que un jefe de la Policía Nacional entregue una “medalla al mérito” al presidente de la República es, por decirlo suave, algo insólito y sospechoso. Eso huele, señores… a cocoricamo con perfume de oportunismo.

Y la reacción dentro del cuerpo policial no se hizo esperar. Muchos uniformados comentan —con razón— que esa entrega de medalla al presidente Luis Abinader tiene nombre y apellido: Guzmán Peralta, quien con ese gesto quiere seguir “montado en el palo”. ¡Qué espectáculo tan pobre y predecible!Nadie recordaba que un órgano subordinado del Poder Ejecutivo, como la Policía Nacional, haya tenido la osadía de condecorar a su propio jefe supremo. Eso es histórico, sí… pero por lo ridículo y lo adulón.
Huele a rabinismo reciclado y a desesperación por permanecer en el cargo.

Presidente Abinader, la Ley 590-16 es tan clara como el agua de manantial. No debe violarse, y mucho menos para favorecer a un director policial, cuya gestión está manchada por denuncias de corrupción, abusos, ejecuciones extrajudiciales y un aumento desbordado de la delincuencia y los puntos de droga. Hoy, la inseguridad ciudadana no tiene límite.

¡Atención, presidente Abinader! Esa medalla no fue inocente, fue un dardo envenenado, cuidadosamente calculado. Su objetivo: que cuando el general Guzmán Peralta sea reemplazado —porque su mandato de dos años vence en noviembre, según la ley—, usted se olvide de ciertos asuntos pendientes… y de grandes inversiones difíciles de justificar.

Presidente, el país reclama transparencia, no demagogia ni favoritismo. No se deje confundir.

Procuradora Yeni Berenice, su silencio pesa y duele. La ciudadanía espera que usted actúe frente a los escándalos e irregularidades que han ocurrido, tanto en gobiernos pasados como en el actual.

En ambas administraciones, el Estado ha sido saqueado por oficiales corruptos, y la impunidad sigue haciendo de las suyas.

Tenemos en nuestro poder varias auditorías, y una de ellas fue depositada en la Procuraduría, con hallazgos graves de la gestión de Guzmán Peralta, en la Digesett. Usted, procuradora, tiene la palabra.
Si no actúa, la historia la condenará, y el pueblo le recordará que solo mueve los expedientes que convienen a los intereses políticos que usted protege.

A propósito, los medicamentos contra la diarrea podrían agotarse… porque más de uno, de aquellos amigos y cachanchanes del exdiputado Miguel Gutiérrez Díaz, parecen necesitarlos urgentemente.

Hay pánico y tembladera en su antiguo entorno político, en Santiago, tras conocerse que el exlegislador, preso por narcotráfico en EE.UU., habría “cantado como perico” para reducir su condena. Y ya se sabe: cuando los gringos te escuchan cantar… es porque quieren conocer el coro completo.

Y hablando de narcotráfico: en Río de Janeiro, la Policía y el Ejército aseguran haber abatido a más de 135 integrantes de una poderosa red criminal en una favela. Pero habría que preguntarle al presidente Lula da Silva: ¿y los cabecillas, cayeron también? Porque los muertos siempre son los mismos: los de abajo.
Eso sí, hubo plomo parejo , cuatro policías muertos y varios heridos

Mientras tanto, aquí, la recién inaugurada Circunvalación de Baní carece de señalización, pero abundan las deficiencias de construcción. ¡Increíble, pero cierto!

Y ojo, ingeniero Eduardo Estrella: en la carretera Sánchez hacen falta puentes peatonales. Urge construirlos para evitar muertes innecesarias. Son 16 kilómetros de vía peligrosa y al menos seis comunidades cruzando a diario, jugando con la vida. Si nada se hace, usted cargará con esa responsabilidad.

La misa en honor a la Policía hizo recordar los tiempos de Trujillo, cuando el dictador nombró oficial a su hija Angelita. Parece que estamos retrocediendo, porque el espectáculo del actual jefe policial olía a culto personal.

Y sí… el hombre tiene cara de sangrú y actúa como dictador uniformado. Pero, su angelita, uniformada, parecía a la Angelita del tirano.

Menos medallas, menos demagogia y más acción. El pueblo no quiere shows ni adulaciones: quiere justicia, limpieza y verdad.

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