¿Quién ordenó cazar al profesor Peña?
Por Augusto Álvarez
Una de las naciones que se autoproclama ¡más democráticas! del mundo es Israel… donde, paradójicamente, no existe verdadera libertad de prensa, aunque ningún medio se atreve a decirlo.
Y ahora, en casa, nos topamos con una cacería que huele a sumisión.
La persecución contra el profesor Fernando Peña -y ojalá pudiéramos creer que fue idea de la minera- evidencia que las autoridades locales se han arrodillado ante los intereses extranjeros.
Afortunadamente, no lograron atraparlo.
El envío de agentes entrenados en “trabajos especiales” no es casualidad. Todo apunta a que la intención era proteger a los infiltrados que desde hace tiempo operan dentro de la UASD. Porque sí, siempre han estado ahí… calladitos, pero activos.
Y la gran pregunta flota en el aire:
¿Hubo un acuerdo entre la minera y el gobierno de Luis Abinader?
Para movilizar oficiales de inteligencia, se necesita algo más que una orden menor. Se requiere el aval del poder político. ¿Y quién se atrevería a incluir en esa operación a policías tipo «La Soga», expertos en trabajos sucios?
Recordemos: ¿de dónde salieron los asesinos de Orlando Martínez?
Por eso es válido -y urgente- preguntar:
¿Quién dio la orden al J-2 de ir tras el profesor Fernando Peña?
¿Acaso el brazo de la minera ya llega a nuestros cuarteles?
