¿El poder de Trump en la “democracia” de Estados Unidos?

Es posible que estemos frente a una crisis generacional sin precedentes. Nunca antes se había visto al Congreso de los Estados Unidos tan narigoneado por un presidente, ni a los jueces tan debilitados en su autoridad constitucional.
Recientemente, agentes federales golpearon y lanzaron al pavimento a un senador estatal… y no pasó nada. Mientras tanto, el presidente Trump ha propuesto que militares sean designados como jueces federales para perseguir a los indocumentados, una propuesta que sacude los pilares del sistema judicial.
En California —especialmente en Los Ángeles— ICE actúa con total libertad represiva, a pesar de que el estado cuenta con un gobernador demócrata. Esto demuestra hasta qué punto el aparato federal opera al margen de las autoridades locales cuando así lo decide el poder central.
Con la justicia prácticamente bajo control del presidente Trump, cabe preguntarse: ¿Podría imponerse más allá de dos períodos, violentando la Constitución? ¿Será capaz de utilizar los tribunales como una extensión de su voluntad personal?
Tal vez, dentro de las propias filas republicanas, surja un halcón con hambre de poder que decida enfrentarlo. Pero por ahora, Trump ha vencido incluso a Elon Musk, quien —según muchos— es “el segundo hombre más poderoso de la Casa Blanca”, por encima del propio vicepresidente. Musk, derrotado, solo podría admitir: “Me venció el poder”.
Mientras tanto, en los círculos del Partido Demócrata, analistas coinciden en que, si el presidente saliente Joe Biden hubiera cedido temprano el paso a Kamala Harris, otra sería la historia. Pero las perversidades del racismo pesaron más entre algunos líderes que la urgencia de frenar a Trump.